Pues si...este verano me ha tocado pasado por collarín y rehabilitación. Menos mal que hay artistas que se prestan a hacer mas llevadera y simpática la experiencia.
Me gusta reciclar materiales, todo lo rescato y lo guardo. ¿Quién sabe lo que podrá ser mañana? En este caso unos adorno de una falda se han transformado en un proyecto de tres broches.
Malvas, blancos, verdes y naranjas encerrados en estos trozos de cristal, como si fuesen cubitos de hielo eternos. Refrescante verano el que te espera.